Experiencias
Uribe & Schwarzkopf: “la innovación es la respuesta”
“No seguí con el negocio familiar, no por rebeldía sino porque mis padres me dieron la libertad para hacer lo que me gusta, fue una respuesta a una vocación”
La importancia de la libertad
Desde muy pequeño visualizó su futuro en la arquitectura, asegura que la construcción y la creación lo llamaron desde siempre.
Sus padres, reconocidos comerciantes de textiles de nacionalidad checa, fueron fundamentales en cuanto a la selección de su profesión.
“No seguí con el negocio familiar, no por rebeldía sino porque mis padres me dieron la libertad para hacer lo que me gusta, fue una respuesta a una vocación” asegura.
Estudió arquitectura en la Universidad Central del Ecuador y consiguió su primer empleo a los 20 años para construir un edificio en Quito. Posteriormente continuó con sus estudios, realizando cursos en la Universidad de Harvard en Mid-sized Firm Management y Joint Venturing for Desing Firms.
En 1973 formó la empresa que actualmente preside, Uribe & Schwarzkopf, e introdujo con ella un nuevo concepto en cuanto al metraje cuadrado tradicional en el Ecuador, haciendo por primera vez en el país departamentos de menos de 100 metros cuadrados, especializándose en vivienda de clase media.
A través de los años sus ideas y estilo de diseño han evolucionado junto con el crecimiento de la ciudad y ha empezado a juntarse con otros visionarios para ofrecer nuevas propuestas y servicios.
Alianzas ganadoras
Como todo buen líder, Tommy entendió la importancia de encontrar aliados estratégicos en momentos precisos.
En el 2009 junto al Arq. Christian Weise diseñó el edificio Urban Plaza, el cual ganó la Medalla de Oro en la Bienal Miami + Beach, uno de los reconocimientos más importantes que han recibido, a decir de Schwarzkopf.
Asimismo realizó colaboraciones con Diez + Muller, Gabriela Anker y Aaron Leppanen.
Ya en el 2015, después de haber edificado más de un millón y medio de metros cuadrados en la capital, Uribe & Schwarzkopf creó un equipo de trabajo junto al afamado arquitecto Bernardo Fort-Brescia y su firma “Arquitectónica” con el objetivo de construir “Atelier”, un proyecto que re direcciona a la firma hacia una arquitectura más exclusiva, enfocada en el diseño y el arte. Posteriormente, Schwarzkopf crea un especial vínculo con Philippe Starck y su marca YOO Inspired by Starck.
De estas conexiones surgen los que son considerados, hasta el momento, los dos edificios más innovadores en Quito: YOO Quito y YOO Cumbayá.
En familia
Joseph Schwarzkopf, es el segundo de los tres hijos de Tommy. Actualmente ocupa el cargo de gerente general en la constructora pero inició en puestos operativos y construyó su propio camino dentro la empresa.
“La integración de Joseph a Uribe & Schwarzkopf fue sumamente natural, orgánica y fue decisiva para crear nuevos servicios que antes no ofrecíamos” asegura Tommy.
Joseph estudió finanzas en Estados Unidos; la arquitectura no le llamó la atención en un comienzo, sin embargo, ha aprendido a amar dicha profesión.
“Siempre quise trabajar en la empresa de mi papá pero la arquitectura no estuvo nunca en mis planes, me inclinaba más por la economía, las finanzas, la banca… disfruto mucho ejerciendo mi profesión pero hoy por hoy me encanta el diseño y la arquitectura, es un mundo apasionante” comenta.
Joseph ha sido una pieza fundamental en la consecución de todas las alianzas antes mencionadas y en varios cambios que ha tenido la empresa; según su padre, al haber estudiado la carrera de finanzas, es el complemento perfecto que les ha permitido tener un servicio integral no solo de arquitectura y diseño, sino de bienes raíces y todo lo que esto abarca: aspectos bancarios, financieros, estratégicos.
Para Joseph trabajar junto a su padre ha sido un gran aprendizaje que ha requerido de respeto, paciencia y empatía. Cada uno ha conseguido delimitar su espacio y su campo de acción. Según su propia experiencia le encantaría que algún día sus hijos trabajen con él.
El legado
Innovación y buena planificación. Es así como Tommy Schwarzkopf asegura haber aportado durante todos estos años al desarrollo del Ecuador y de su ciudad, Quito.
Sin lugar a duda podemos atribuir su éxito al enfoque poco convencional que este visionario tiene de los negocios, a su tenacidad y al amor por lo que hace.
“El mejor consejo que me han dado en la vida vino de mi padre: hagas lo que hagas, hazlo bien y sé el mejor en ello. He tratado de vivir mi vida de esa manera y hoy estoy aquí y soy quien soy porque he trabajado mucho para hacer las cosas bien para mí, para mi familia, para mis clientes, para mi país”.
Sobre sus expectativas para el futuro, comenta que nuevos y grandes proyectos llegan en este 2018 junto a arquitectos de la talla de Jean Nouvel (el primer arquitecto con un premio Pritzker que trabajará en el Ecuador).
Además espera seguir aportando para que Quito se convierta en una ciudad incluyente, planificada, con espacios cada vez más funcionales y estéticos.
Ningún reto es demasiado grande para este arquitecto que siempre encuentra respuestas en la innovación.