La industria creativa se destaca como uno de los sectores más dinámicos de un país, ya que desempeña un papel fundamental en el desarrollo de las personas y de la sociedad. Es portadora de significados, innovación, empleo e identidad, lo que la convierte en una gran alternativa para preservar los valores culturales.

En el año 2020, los emprendimientos comenzaron a cobrar fuerza y surgieron nuevas formas de concebir y entender el consumo local. El sector creativo comenzó a trabajar en comunidad, adaptándose al ámbito virtual y lo digital adquirió un mayor protagonismo. En este contexto es en donde cobra vida la propuesta visionaria de Estefanía Cardona Játiva: Casa Kiki.

Se trata de una plataforma física y digital que tiene como filosofía contar historias desde una perspectiva local, centrándose en la moda, el arte y la cultura. Es además un espacio diverso que acoge aproximadamente a sesenta marcas, entre las que se encuentran ilustradores, diseñadores textiles, creadores de licores, jabones, joyas, indumentaria y una amplia variedad de objetos, cada uno con su propia alma. 

Su particularidad radica en que en este lugar la creatividad y la economía son elementos que se unen para potenciarse mutuamente. Además, promueve el trabajo responsable, comunica los procesos detrás de cada producto, expone en todas las plataformas posibles, respeta la historia de las marcas y nos muestra un camino hacia nuevas dinámicas de consumo.

Al hablar con Estefanía sobre la forma correcta de comprar responde que nuestro sistema promueve adquirir más de lo que se necesita. También es usual preguntar sobre la talla o el precio de un producto sin saber quién lo hizo o de dónde viene. 

De igual manera, nos explica dos enfoques importantes de su propuesta: la primera, brindar la opción de que iniciativas locales logren comercializarse en espacios físicos, y la segunda, contar la historia detrás de cada objeto que se exhibe, más allá del costo.

Casa Kiki cuenta con la participación de marcas del Oriente como Ömere, que se enfoca principalmente en el medio ambiente, el trabajo comunitario y la sostenibilidad. También está presente Esmeraldas con Tika, una marca que trabaja con la Asociación de Mujeres Carpinteras. Asimismo, queremos resaltar a Puruna, una marca comprometida con la preservación del oso de anteojos que destina el 10% de sus ventas a la conservación de esta especie.

En cuanto a la proyección a futuro, Estefanía tiene como objetivo atravesar fronteras y exportar los productos del Ecuador  a todo el mundo. Este tipo de proyectos son una manera de constatar que la industria creativa es una fuente generadora de empleo directa, con la capacidad de brindar oportunidades de desarrollo y reducir las brechas económicas y sociales .

Les invitamos a visitar Casa Kiki y apoyar a todos aquellos emprendimientos que reflejan una historia profunda sobre nuestra identidad.