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Sebastián Padrón: entomología o la belleza de lo pequeño

Abeja © Sebastián Padrón.

Sebastián Padrón nació en Cañar y durante la mayor parte de su infancia se enfocó en observar insectos en el jardín de su casa a las afueras de la ciudad. En las vacaciones, visitaba la propiedad de su abuelo en la Costa, en un lugar que define como un paisaje verde en medio de la montaña, donde la búsqueda de lo natural continuaba. De estos días, recuerda una mariposa morpho azul que volaba por la quebrada como una imagen que cambió su vida.

Cuando tenía cinco años, sus padres decidieron mudarse a Cuenca y esto representó una transición importante en su contacto con el mundo natural. En las limitaciones de la ciudad, recibió la visita de su abuelo, quien le entregó una caja de fósforos que contenía dentro un escarabajo de color oro. Ante el asombro, pensó que era falso y, en su cuarto, intentó rasparlo para quitarle la pintura. 

Estas imágenes y paisajes atravesaron su historia. Fue así que Sebastián decidió estudiar Biología en la universidad y en tercer ciclo tomó la iniciativa de proponer y llevar a cabo un proyecto de investigación sobre polillas en una reserva natural. Este estudio le permitió publicar su primer artículo científico. También fue un puente para establecer una amistad y colaboración con el entomólogo inglés Keith Willmott, quien despertó su interés años antes, al aparecer en un artículo de su colección adolescente de revistas de National Geographic. 

Mantis © Sebastián Padrón.

Tras completar su licenciatura, obtuvo una beca Fulbright para realizar una maestría en Estados Unidos, donde estudió mariposas andinas bajo la supervisión de Willmott. Su dedicación lo llevó a obtener becas adicionales para continuar con su doctorado. Sebastián considera que cada detalle de su historia, desde la primera mariposa hasta el escarabajo dorado y el descubrimiento de quien sería su mentor y colega, forman parte de una cadena de eventos que lo llevaron a convertirse en quien es hoy.

En la actualidad, es investigador en el Vicerrectorado de Investigaciones de la Universidad del Azuay, con un interés particular en varios grupos de insectos en los que destacan las polillas, las mantis, los escarabajos, las abejas, entre otros. Su primer objetivo siempre es descubrir y describir la biodiversidad, para continuar con la generación de posibles herramientas para su conservación. 

Saltamontes © Sebastián Padrón.

Recientemente, ha llevado a cabo una investigación centrada en cómo aumentar la diversidad en las ciudades mediante la revegetación urbana. Un aspecto clave del estudio es una planta común en Ecuador, llamada Iso o Dalea coerulea, que atrae a 16 especies de abejas nativas, florece durante todo el año y prospera en ecosistemas degradados, lo que la convierte en una opción ideal para este objetivo. El biólogo señala la importancia de que las ciudades verdes cuenten con espacios que, además de embellecer las áreas urbanas, contribuyan a la conservación de los polinizadores nativos. Es decir, la búsqueda de beneficios ecológicos más allá de lo estético. 

Polilla © Sebastián Padrón.

En un país tan biodiverso, descubrir una nueva especie es solo el primer paso, después es necesario describirla formalmente para que tenga valor científico. Este proceso es complejo y requiere revisar colecciones globales y recopilar evidencia, a menudo mediante análisis genéticos. Sebastián ha descubierto alrededor de seis nuevas especies de mariposas en Sudamérica y señala que su categorización puede llevar meses o incluso años, debido a la necesidad de pruebas detalladas y la burocracia involucrada. Actualmente, está trabajando en descubrimientos nuevos, pero su validación es larga, requiere colaboración internacional y acceso a tecnologías que no siempre están disponibles en el país.

Otro aspecto muy interesante es su afición por la macrofotografía y la fotografía de paisajes. Para esto, ha desarrollado habilidades avanzadas en técnicas como la macrofotografía gran angular y la macrofotografía extrema, utilizando equipos especializados, algunos de los cuales ha diseñado y construido él mismo. Publicar estas imágenes se alinea a la intención de acercar a las personas a la belleza y complejidad de los detalles de la naturaleza, especialmente de los insectos.  

Escarabajo dorado © Sebastián Padrón.

El interés de Sebastián por la entomología parte de la admiración de cómo organismos muy pequeños son megadiversos por su éxito evolutivo. Para esto recalca que la evolución no busca la perfección, sino la supervivencia. Añade su preocupación por el cambio global y la disminución de poblaciones de insectos,  lo que podría tener consecuencias graves para los ecosistemas en los que desempeñan roles fundamentales, como la polinización y la descomposición. Por esto es clave el apoyo a la investigación científica, con el fin de comprender mejor estas mutaciones y desarrollar estrategias efectivas para mitigar sus efectos.

Sebastián: En lo pequeño hay belleza y lo que nosotros vemos es una parte. Solo vemos las estructuras, los colores, pero los comportamientos que tienen y las formas de sobrevivir me maravillan y me preocupan un poco. Hay demasiado, yo he encontrado en mi jardín especies que seguramente son nuevas, pero no voy a tener el tiempo ni las posibilidades para describirlas. Están aquí, en Cuenca, volando.

Sebastián Padrón en Nangaritza © Cortesía.