Pero imaginemos, ¿qué ocurre más allá de estos sonidos? ¿Cómo se escucharía una armónica fusión entre la electrónica, clásica, pop y la tradición ecuatoriana?

La respuesta la encontramos al escuchar las cautivadoras canciones de LaTorre, un proyecto solista liderado por Renata Nieto, autora y compositora.

Crear para liberar

Renata creció en las afueras de la provincia de Chimborazo, rodeada de imponentes paisajes andinos. La música era algo ajeno para ella debido a su contexto alejado de la ciudad y a la falta de referentes artísticos en su entorno familiar. Sin embargo, su pasión por crear era innata desde su niñez.

A través de un proceso de investigación y experimentación personal, el canto se convirtió en el medio que le permitió conectarse e identificarse consigo misma durante su adolescencia. Al principio, ser cantante era una utopía, algo que solo sucedía en las películas, por lo que decidió estudiar Derecho. Sin embargo, al llegar a Quito, descubrió a compositores que se dedicaban a tiempo completo a su carrera. Eso la inspiró a arriesgarse y dedicarse al arte.

Comenzó su formación artística con clases particulares de canto y más tarde estudió Performance en la Universidad de las Américas (UDLA). Poco a poco, se fue integrando a la escena musical de Quito con su primera banda, EVHA (El Viejo Hombre de los Andes). Esta surgió de una exploración libre que tomó forma a partir de varias referencias de sonoridades ecuatorianas y su fusión con ritmos electrónicos, con los que el grupo se sentía representado. Debido a su entorno de crecimiento, la intérprete siempre estuvo en contacto con la música indígena. Por lo tanto, era natural que su obra estuviera influenciada por estas raíces y elementos acústicos.

LaTorre

Nacida de la pasión y la búsqueda de Renata por encontrar su propia voz, LaTorre se ha convertido en una síntesis única de la identidad musical del Ecuador. Con su proyecto, ha logrado unir las tradiciones melódicas mestizas de nuestro país con la electrónica, el hip hop, el pop y la sinfónica, diferenciándose del Andes Step y creando así un estilo de baladas singulares que hablan de sus experiencias y temáticas personales. Para ella era muy importante que incluyeran instrumentos sinfónicos que generen un ambiente más íntimo y personal. Fue ese momento cuando su productor Alejandro Mendoza (Xuzu), jugó un papel fundamental al lograr traducir estas ideas en armonías concretas que tienen su personalidad y la caracterizan.

Las primeras composiciones de la artista se inspiraron en las canciones de Benítez - Valencia, Carlota Jaramillo y otros autores de una época en la que el pasillo marcó la esencia del romanticismo. Por eso, sus letras hablan de amores eternos, intocables y sagrados, como se puede escuchar en su sencillo Ser Eternos, lanzado en 2018.

Con el nombre “LaTorre”, simboliza su caminar hacia nuevos horizontes, mientras mantiene una base sólida en la música e identidad ecuatoriana. En el escenario, se convierte en una fuerza poderosa que transmite sus emociones a través de su cuerpo y voz, gracias a un arduo trabajo que ha incluido entrenamiento en danza y teatro. Con su puesta en escena, basada en aspectos visuales del catolicismo y con una fuerte presencia en vivo, logra conectar con su público y transmitir su esencia. La interpretación de las canciones La Caída y Despojo son formas en las que siente liberación al expresar sentimientos difíciles.

Bajo el respaldo de la casa discográfica Warner Chappell Music Spain, ha logrado expandirse hacia nuevos territorios, cruzando las fronteras nacionales y abriéndose nuevas posibilidades en el exterior. Aunque en Ecuador hay propuestas con sonidos únicos, la falta de una adecuada infraestructura los limita en su crecimiento y evolución. Por eso, es importante apoyar a los artistas nacionales para que puedan continuar creando y enriqueciendo la cultura musical del país.

En constante transformación

Actualmente, LaTorre junto a su productor Alejandro Mendoza (Xuzu), está experimentando con temáticas profundas que componen la vida, desde el amor hasta la percepción de la sociedad, siempre con el objetivo de mantenerse lo más auténtica posible. Para ella, ha sido una búsqueda divertida y fuerte que le impulsa a exponerse al público y mostrar su verdadera esencia. Además, está probando con nuevas estéticas y formas de representar “el ser ecuatoriano” lo más real posible.

Entre sus próximos planes está lanzar un EP, un formato discográfico que consta de entre cuatro y cinco canciones, con el apoyo del Instituto de Fomento a la Creatividad e Innovación (IFCI). Su enfoque será el duelo y la resiliencia, representando un viaje emocional a través de la oscuridad y la luz. Además, pronto tendremos la oportunidad de disfrutar de una sesión en vivo con Las Áñez, dúo colombiano. Para el próximo año, LaTorre tiene previstos conciertos en España, México y una gira para presentar su nuevo repertorio.

Sin duda, estamos ansiosos por escuchar las nuevas canciones e historias que la artista nos tiene preparadas en este emocionante camino de transformación.