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Carlos Maia, Débora Vieira Mendes e Igor Macedo de Araujo conforman Tetro Arquitetura, un estudio en Belo Horizonte, Brasil. Dichos arquitectos manifiestan que la intención de priorizar y reflexionar sobre el lugar, el entorno y la naturaleza a lo largo del proceso creativo informa sobre un modo de pensar y de operar en el oficio de la arquitectura. Desde colaboraciones iniciales durante su formación universitaria, este es el factor que ha definido a su oficina y a sus proyectos a lo largo de estos años.

Resulta refrescante conversar con los fundadores de Tetro, porque su discurso revela un hilo conductor irrefutable: todo parte del sitio; desde la concepción inicial del proyecto, hasta su concreción constructiva y su respuesta funcional, formal y estructural.

Carlos: Es importante que logremos sentir el lugar, porque este nos dice mucho; cosas objetivas, por ejemplo, cómo es la topografía, el soleamiento, el viento, la vegetación. Pero el lugar también dice cosas subjetivas, que son igual de relevantes: ¿Qué es lo que siento aquí? ¿Qué quiero mantener? ¿Qué quiero suprimir? ¿Qué es lo que me gusta o no de este espacio? ¿Qué tengo que valorar en este terreno? Es muy importante para nosotros saber ver el lugar, saber llegar, saber entender, andar y relacionar.

En este artículo, haremos un recorrido sobre ciertos temas de esta conversación en donde, además de explorar cuestiones arquitectónicas, se evidenciará una postura y una forma de pensar que se ve reflejada en cada uno de sus proyectos.

Identidad

Si hablamos de la identidad en la arquitectura, a menudo escucharemos que es una meta que todo arquitecto debe intentar alcanzar a través de su obra. Resulta interesante que estos tres arquitectos ponen en duda aquella afirmación y aseguran que la identidad de un autor puede incluso tener connotaciones negativas. Buscan un proceso en el que el proyecto esté dado como respuesta al entendimiento del sitio, del programa y de las personas que van a usar el espacio. Afirman que no quieren crear una regla para limitar sus proyectos; a veces curvos, a veces con líneas ortogonales, algunos suspendidos y otros enterrados.

Igor: No tenemos una idea preconcebida de estética para imponer a los clientes. Es lo contrario de eso, lo que buscamos es inspirarnos en lo que ellos necesitan y sobre todo en la naturaleza del lugar. Es aquello lo que va a generar la identidad de un proyecto y no lo que nosotros pensamos. Es por eso que, si miras, los proyectos son diferentes uno del otro, porque la inspiración, el lugar, las personas, el clima y la cultura son diferentes. Entonces: el resultado tiene que ser diferente.

Carlos Maia, Débora Vieira Mendes e Igor Macedo de Araujo © Equipo Tetro.

Medio ambiente

Para Carlos, Débora e Igor, la responsabilidad medioambiental dentro del oficio va de la mano con el reconocimiento y el respeto al entorno. Afirman que desde el principio su arquitectura tiene una relación muy íntima con la naturaleza. Esto parte del hecho de que los seres humanos siempre hemos tenido un contacto intenso con la misma y la arquitectura ha funcionado históricamente como medio para protegernos de dichas condiciones naturales y medioambientales. Así, se fueron creando formas de climatizar espacios internos, de no tener contacto con la lluvia ni con los animales. En Tetro se trabaja para hacer propuestas en donde dichas condiciones sean incluidas en las respuestas espaciales; con el fin de que los habitantes interactúen con la naturaleza y la arquitectura con su entorno.

I: Ese asunto es bien sencillo. Lo que vemos hoy es una arquitectura que habla de ser “verde”, pero es muy superficial. Un proyecto arrasa con el terreno, bota todos los árboles, aplana toda la topografía y para decir que es arquitectura “verde”, pone unas jardineras en la fachada. Lo que nosotros intentamos es ser responsables, pero no maquillando el producto final, sino siendo conscientes de no ignorar ni dañar lo que ya existe en el terreno. No talar árboles, no retirar cierta vegetación del lugar, no hacer cortes abruptos y que la arquitectura se adapte a aquello que tenemos ahí. Para nosotros eso tiene más valor que seguir colocando un tejado verde.

Novo © Tetro.

Procesos

Parte fundamental, casi tan importante como el proceso y el fin, es la forma en la que un arquitecto aborda los proyectos. Al hablar sobre los caminos y las constantes que atraviesan la obra de Tetro, sus integrantes explican que no necesariamente todas las obras tienen un mismo guión que seguir en cuanto a los pasos que se dan para iniciar el proceso de diseño, pero que hay ciertas actividades imprescindibles como las visitas al sitio.

Débora: Al llegar al terreno lo más importante es andar, sin sacar muchas conclusiones. Percibir las cosas más sutiles y después empezar un proceso más objetivo del lugar: topografía, soleamiento, etc. Pero creo que el primer paso es andar por ahí sin rumbo.

En estas visitas iniciales, antes de tomar decisiones, resulta fundamental para los arquitectos conversar y discutir sobre los instintos que produce el lugar, para después dar inicio al proceso de diseño.

Dicho proceso no es aleatorio, es decir, existen herramientas valiosas con las que se toman las primeras decisiones del proyecto. Una de las más importantes es la maqueta física a escala, con la que se enlazan el entendimiento del terreno y el emplazamiento, con el programa al que se da cobijo. Se trata de un juego volumétrico en el que se empieza a reflexionar sobre la ubicación de un objeto en el espacio, que se relaciona inmediatamente con el requerimiento en áreas.

Resulta interesante pensar sobre la importancia de la maqueta en la definición de un proyecto, pues es el primer acercamiento de los arquitectos para resolver cuestiones que van más allá del emplazamiento y el programa. Además, a través de la maqueta se encuentran con decisiones formales, funcionales, de paisaje, materiales, constructivas y estructurales; cuestiones que no sería posible solo a través del dibujo.

Maquete ©Tetro.

Referentes

En la actualidad, al abordar un nuevo encargo es común buscar referentes de proyectos análogos que resuelvan problemáticas similares. Por eso, al escuchar el discurso de estos arquitectos, resultó inevitable preguntar su opinión sobre el tema, ya que si el entendimiento del lugar y el entorno es lo que define el proyecto, ¿cómo puede entrar un referente en esa afirmación?

De inmediato, aseguran que las referencias pueden ser un arma de doble filo. Si bien, evidentemente, tienen arquitectos a los que siguen, admiran y analizan, explican que cuando tienen un nuevo encargo, intentan evitar observar a proyectos afines. Por el contrario, buscan tener referencias que no son arquitectura.

C: A veces tenemos referencias de imágenes del propio lugar, texturas, materiales, colores de animales o ríos. Entonces la casa muchas veces responde al ejercicio de observar lo que está ahí, referencias de diseño de lo que la propia naturaleza ha creado. Es diferente que ver un proyecto para hacer otro.

D: Comenzar un proyecto nuevo con referentes es algo que nosotros nunca hacemos, porque pensamos que no es ahí en donde vamos a encontrar las respuestas.

Casa Fazenda © Tetro.

Arquitectura y lugar

Conversamos con Tetro de diversos temas relacionados con la arquitectura y resulta curioso que, independientemente del tópico, cada una de las respuestas que dieron se enfocaron de manera instintiva en una reflexión sobre el lugar.

I: Toda esta historia comenzó con la percepción de respeto a la naturaleza, de que la arquitectura no debe llegar a un lugar, imponerse y pedir licencia a la naturaleza existente para ser construida. Empezamos a explorar formas en las que la arquitectura pueda integrarse con su entorno sin destruir el lugar. Convivir y coexistir, sino, el planeta no va a aguantar. Entonces, exploramos cómo es que una casa se puede integrar al lugar, mantener los árboles, relacionarse con la topografía, etc. Empezamos así, pero luego de un tiempo cambiamos un poco. Ahora estamos explorando la idea de que la materialidad de la arquitectura provenga del propio lugar.

Escuchar a Teatro es una manera de abrir la mente en relación con la forma en la que un arquitecto puede abordar y desarrollar un proyecto, sea a través de la identidad, el medio ambiente, los referentes o los procesos. Y que el pensamiento y la decisión de cómo hacer arquitectura inevitablemente influyen en el producto final, en su función, en su expresión formal y, sobre todo, en la manera en la que se habita el espacio.

Estos tres arquitectos brasileños encuentran la inspiración directriz de cada obra en sutilezas de su entorno, tales como: el alcance y la calidad de la luz local, una tectónica derivada del propio lugar y sus texturas, la topografía y la vegetación para un emplazamiento, el clima, entre otros.

Para ellos, sin lugar no hay arquitectura.

Casa India © Tetro.