Experiencias
New York: el retrato de un viaje
La ensayista española Remedios Zafra afirma que la diversidad nos enriquece y que somos mejores cuando nos mezclamos. Este tipo de reflexiones se tornan evidentes al visitar ciudades como New York, en donde lo diverso se extiende a parámetros desde lo cultural hasta lo experiencial y emocional. ¿Cómo se logra repensar una ciudad tan retratada e implantada en el imaginario? ¿De qué forma nos maravillamos con un espacio que ha sido relatado por escritores, ha aparecido como referencia en muchas canciones o ha sido el escenario de varias películas? ¿Podemos sus visitantes todavía sentir una sensación de libertad intensa mientras nos dejamos llevar por el vértigo? En este lugar, la respuesta es que todo es posible.
La ensayista española Remedios Zafra afirma que la diversidad nos enriquece y que somos mejores cuando nos mezclamos. Este tipo de reflexiones se tornan evidentes al visitar ciudades como New York, en donde lo diverso se extiende a parámetros desde lo cultural hasta lo experiencial y emocional. ¿Cómo se logra repensar una ciudad tan retratada e implantada en el imaginario? ¿De qué forma nos maravillamos con un espacio que ha sido relatado por escritores, ha aparecido como referencia en muchas canciones o ha sido el escenario de varias películas? ¿Podemos sus visitantes todavía sentir una sensación de libertad intensa mientras nos dejamos llevar por el vértigo? En este lugar, la respuesta es que todo es posible.
Como Revista Inhaus, decidimos explorar New York, desde su escena gastronómica hasta las experiencias en el ámbito artístico, histórico y cultural. En esta edición de Destino Break, te compartimos algunos lugares emocionantes a los cuales regresaríamos.
Gastronomía intercontinental
New York ha acogido a lo largo del tiempo varias culturas, creando espacios y barrios emblemáticos como Chinatown, Sunset Park o el East Harlem. Desde los puestos en la calle hasta la alta cocina, cada restaurante refleja, de cierta manera, aspectos importantes a nivel global: la migración, las formas de consumo actuales e incluso decisiones políticas.
Existe un punto de observación importante en la tendencia de buscar trazabilidad, así como también en los factores que permiten que un alimento proveniente del otro extremo del mundo pueda disfrutarse. Sensorial y profunda, con estas dos palabras se podría definir qué representa la comida en esta ciudad.
En esta ocasión visitamos Crown Shy, un restaurante con estrella Michelin, ubicado en el Distrito Financiero. El lugar nos sorprendió desde el momento en que ingresamos, con un ambiente relajado, una playlist de música actual y una iluminación que creaba una atmósfera acogedora. Su nombre se refiere a una característica observada en algunas especies de árboles, donde las copas no se tocan entre sí, sino que forman espacios en forma de canales.
Algunos platos muy recomendables de la experiencia culinaria fueron el hummus, la coliflor y el pulpo. Un aspecto notable es el equilibrio entre ingredientes crudos y cocciones precisas, reflejando la destreza de su chef James Kent. Este espacio es muy especial, tanto por sus sabores como por su ubicación y conceptualización.
También conocimos Príncipe, un restaurante ubicado en pleno corazón de SoHo. Sus platos, como el branzino, son capaces de transportarte a la Costa italiana. Otro sabor destacado por su frescura fue el atún marinado con naranja. Este sitio es dirigido por el chef Abram Bissell y presenta una decoración de interiores que permite que el comensal se encuentre inmerso en una atmósfera cálida y, a la vez, moderna.
Arquitectura vivencial
"Los caminantes son practicantes de la ciudad, ya que la ciudad está hecha para ser caminada. Una ciudad es un lenguaje, un depósito de posibilidades, y caminar es el acto de hablar ese lenguaje, de seleccionar entre esas posibilidades". Esta reflexión de la escritora Rebecca Solnit refleja un modo muy interesante de entender la espacialidad y, por ende, de vivir este viaje.
Caminamos por SoHo y a partir de un interés importante por mirar desde un lente histórico New York, nos fijamos en sus edificios. Para empezar, nos encontramos con Little SingerBuilding, uno de los primeros rascacielos de la ciudad. Fue diseñado por Ernest Flagg en 1903, su fachada tiene detalles ornamentales y su diseño es neorrenacentista.
Nuestra siguiente parada fue el Haughwout Building, que ejemplificó uno de los estilos de arquitectura más famosos de este barrio: los edificios de hierro fundido. Su diseño con guirnaldas y columnas corintias se ha convertido en parte esencial de la historia del diseño y cultura de la ciudad, permitiendo una visión amplia de lo que fue la época industrial.
Seguimos con The New Museum, aunque no es un edificio histórico es un ejemplo destacado de arquitectura contemporánea en Soho. Diseñado por SANAA, se diferencia por su diseño moderno y minimalista. Terminamos nuestro recorrido con Puck Building, un ejemplo impresionante de la arquitectura románica richardsoniana. Fue construido en 1885 y es conocido por su torre con reloj y la estatua de Puck, un personaje de Shakespeare, en la parte superior.
Entre la amplia variedad de museos que ofrece la ciudad de New York, decidimos recorrer el Guggenheim. Es una visita imperdible por varios motivos, para empezar, su arquitectura. Diseñado por Frank Lloyd Wright, su forma única en espiral y su estructura exterior distintiva hacen que sea una obra de arte por sí mismo.
El museo también alberga una colección de arte moderno y contemporáneo con obras de artistas como Picasso, Kandinsky, Pollock, Warhol y muchos otros, proporcionando una visión impactante del siglo XX y XXI.
En esta ocasión, vimos la muestra "Only the Young: Experimental Art in Korea, 1960s– 1970s", que destaca el arte innovador de artistas jóvenes coreanos. Estos creadores se enfrentaron tanto a un mundo posguerra como a un contexto político y social cambiante. De igual forma, desafiaron los límites del arte tradicional y abordaron temas como la modernización, la globalización al igual que la autoridad estatal a través de enfoques provocativos y vanguardistas.
Nuestra última parada del viaje fue el Dominó Park, donde caminamos a través de un espacio natural con un toque industrial único. Al acercarnos, nos recibieron unas enormes grúas de color turquesa, señalando la historia de la zona como antigua ubicación de la Domino Sugar Refinery, una vez la mayor refinería de azúcar de Estados Unidos.
Este parque, construido en terrenos de la refinería, ofrece mucho más que áreas verdes y deportivas. Caminamos junto al East River, disfrutando de tumbonas y césped con una vista impresionante de los puentes y de Manhattan al otro lado. Además, pudimos capturar la icónica fachada del edificio Domino Sugar, que aparece en la portada de esta edición.
Otro aspecto crucial de este Destino Break fue asistir a la Advertising Week, en donde disfrutamos de las últimas tendencias en marketing y publicidad junto a Inhaus Estudio Creativo. Aprendimos de marcas como Google, Youtube, Spotify y Tiktok, además de escuchar a empresarios como Paris Hilton y Jonatan Van Ness.
New York permite vivir una experiencia integral, que despierta en quien la visita la sensación de estar vivo en un mundo diverso. Caminando se vuelve a descubrir una urbe que ha sido múltiples veces imaginada. En sus calles se siente de manera más sensorial el tacto con sus habitantes, los relatos internos de los lugares y su musicalidad, los contrastes de los escenarios, las complicidades y las esquinas llenas de posibilidades.