Pablo Vintimilla… la arquitectura un legado familiar de tres generaciones
Pablo sabe lo importante que es siempre “actualizarse y adaptarse a los tiempos”, nunca ha temido a los retos. Desde su casa de campo, el paraíso en la tierra, una construcción hecha con alma conectada al frío paisaje de páramo que sin embargo ahora se siente más cálido, donde a todos nos apetece salir como él, a caballo a pensar, a mirar la vida con otros ojos, las plantas endémicas, los cambiantes caminos… la conversación fluye agradable junto a los suyos y se comprende porqué tres generaciones han sabido conectar el trabajo sin perder el rumbo ni los lazos fraternos, con algo que no puede escribirse fácilmente: un especial equilibrio.
Su padre el ingeniero Marcelo Vintimilla Borrero
Los inicios del Arquitecto Pablo Vintimilla Serrano deben rastrearse mucho más atrás de su formación académica, nació con un legado a cuestas: su padre Marcelo Vintimilla Borrero, ingeniero civil de profesión, había revolucionado la construcción en Cuenca por allá a comienzos de los años setenta.
Una de sus obras emblemáticas fue el hermoso Hotel La Laguna (hoy hotel Oro Verde) y Pinar de Lago, su hijo recuerda las varias dificultades que supuso este reto, para la época: crear un proyecto de esa valía con la distancia a la que se construyó de la ciudad, animarse a varios pisos de altura en los edificios, apostar a los usos mixtos del proyecto que funcionaría como hotel y departamentos y, para completar el construir alrededor de una laguna sin desecarla, al contrario manteniéndola viva y convertida en uno de los mayores atractivos del lugar.
Un nuevo giro
Actualmente el cambio generacional que, en su momento Pablo asumió también, empieza a darse con sus tres hijos quienes se están formando en distintas áreas para continuar con la trayectoria: dos mujeres ingenieras comerciales y un hijo arquitecto: “ En el momento en el que ellos decidieron incorporarse a esta actividad, se desarrolló una dinámica de aporte de experiencia e innovación que fortaleció a la Constructora. ” y es que hay una vocación que corre por las venas de esta familia quién sabe desde qué genes hacia atrás.
Así que, Isabel Vintimilla apegada al tema de diseño ha venido a reforzar un proyecto que ya tenían desde hace algún tiempo, la creación de un almacén que empezará a funcionar este año en la línea de diseño de interiores, decoración y materiales. Sofia Vintimilla, inclinada hacia la parte gráfica y publicidad, asume un área de importancia vital para mostrar lo que se hace a los clientes. Pablo Vintimilla atento a las nuevas tendencias de la arquitectura, permitirá que las cosas sigan haciéndose con la calidad que exige su padre y que dará también un aire fresco a la construcción. Juntos, arman un equipo que asegura la permanencia de una firma que tienen bien puestos, nunca mejor dicho “los cimientos” en la ciudad y el país.