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Fuimos en búsqueda de conocer un estilo de vida, pero nos encontramos con una forma de conectar con la vida. Mamá de dos hijos, esposa de un apasionado Chef, Diseñadora de interiores, Empresaria social, Gerente General, amante de la naturaleza, son de las pocas cosas que logramos describir de Dayra Reyes, quien no pierde la oportunidad de vivir cada día con una mirada distinta.

Su hogar se encuentra en un espacio absolutamente paradisíaco. “Creo que el lugar es esencial y aporta en gran parte a mi felicidad. Tanusas es mágico, puedes sentir la abundancia de la vegetación, escuchar el ritmo de las olas, percibir la calidez de la luz y sin duda reflexionar sobre los encuentros con la vida misma”. Pocas personas se preguntan cuál es su propósito en la vida, pero Dayra no nos dejó de mencionar la importancia de la felicidad, misma que se ve reflejada en cada paso que ella da y cada sueño que trabaja por cumplir. Desde la construcción del proyecto Amor 7.8 grados hasta la crianza de sus dos hijos, Marino y Florian.

Junto con su esposo, han logrado darle un sentido al entorno en el que viven, Tanusas en Puerto Cayo, logrando poner su granito de arena a través de la Fundación Amor 7.8, la cual: “Nace, en principio, como una plataforma colaborativa entre personas naturales y empresas para poder contribuir a la sociedad”, y nos termina contando: “Nuestra vida solo puede ser medida por el impacto social y ambiental que dejamos, y todos tenemos la posibilidad de sembrar en la sociedad esos cambios”. Nos preguntamos, ¿de dónde surge el nombre? Y nos maravillamos con la respuesta: “El amor es una fuerza pura, el 16 de abril del 2016 esa fuerza nos movió a trabajar incansablemente por nuestros hermanos damnificados por un sismo de 7.8 grados en la escala de Richter. El país entero sintió ese llamado; cinco meses más tarde, constituimos legalmente la Fundación Amor 7.8, que ahora sirve a nuestras comunidades”.

Es impresionante cómo una persona que tiene tanto por hacer y desarrollar, no deja de iluminar a cada persona que se acerca a ella. Definitivamente, Dayra es una persona conectada con la naturaleza, su esposo, sus hijos, su familia, su trabajo, su entorno, su país y el mundo. Siempre buscando mantener el balance y la felicidad como constantes en su vida.

“Soy una mujer conectada con la naturaleza y lo natural, el reto es encontrar el balance entre la actividad física y una alimentación en equilibrio, entre la familia y el ser, entre lo profesional y lo personal. Creo en el poder del movimiento y, sin duda, soy una mujer que vibra con los procesos creativos. Además, el trabajo social me hace sentir viva y es mi mayor satisfacción”.