Viviendas, edificios en altura, teatros, mercados, escuelas, aularios, espacios públicos, son parte de los proyectos que han afrontado con consistencia los cuencanos, Javier Durán y María Augusta Hermida, fundadores del estudio de arquitectura Durán Hermida Arquitectos.
Creativos, divertidos, espontáneos; los visitamos en uno de sus más recientes emprendimientos: Mansión Matilde, un bar restaurante ubicado en el segundo piso de la Casa del Parque, en el Centro Histórico de Cuenca. Risas sinceras, conceptos claros, historias y anécdotas épicas. No hemos conocido antes a dos personajes tan parecidos y tan diferentes entre sí. Madre e hijo nos cautivaron con su relato acerca del desarrollo de este espectacular proyecto (Mansión Matilde), de su situación durante la pandemia y de cómo su propósito de vida y su pasión se vieron reflejados más que nunca en tiempos de adversidad.
Desde que tuvo conciencia supo que la cocina y ella guardaban una íntima relación. De niña soñaba con formar parte de las preparaciones en casa, pero su madre no se lo permitía aduciendo a su corta edad y a aquello de que las manos se iban a dañar. Sin embargo, con ojos curiosos y una mente ágil, guardó en su memoria ingredientes, mezclas, olores y sabores.
Daniel Contreras, cocinero y fundador, junto a Andrés Zulaica, administrador y socio, decidieron crear la nueva versión de este restaurante que fue abierto por Daniel hace varios años. El nuevo Dos Sucres, aunque mantiene su visión de siempre, incluye un nuevo concepto de restaurante–boutique, en donde los adornos y accesorios que forman parte de la decoración pueden ser adquiridos por el público. Además, ofrece un espacio en donde se instala un mercadito orgánico los días martes y una tienda de productos artesanales con panadería, conservas, entre otros.
Así, divertida, creativa y profunda como él, empezó nuestra entrevista con Fernando Coellar, un artista plástico ecuatoriano que con más de 35 años de trayectoria ha conquistado a clientes de la talla de Walt Disney Company, Pixar, los Golden Globes, Chanel o Hermés.La pregunta de entrada: si tu vida fuese una pintura, ¿cómo se titularía? “Mi fantástica, colorida y dramática vida” nos responde entre risas. Pronto entenderemos lo preciso de este título. Su don para interpretar con arte el mundo en el que vivimos a través de la inocencia y la transparencia propia de un alma elevada lo ha convertido en un personaje reconocido y querido no solo en el Ecuador sino en países como México y EE.UU.
No lo dudó jamás; desde pequeño supo que su vida se desenvolvería alrededor de la arquitectura. La construcción y visualización de edificaciones en los espacios lo apasionó desde siempre. Asegura que el mayor logro de su carrera ha sido el lograr que sus obras hablen por él y que la gente lo reconozca por su trabajo. Su principal objetivo profesional gira entorno a la satisfacción de sus clientes, en “ver sus sueños cumplidos, sonrisas en sus rostros, edificaciones que responden a sus necesidades y anhelos”. Conozcamos a continuación un poco más del pensamiento y trayectoria de este renombrado arquitecto cuencano que con su visión y obras se proyecta hacia un brillante futuro dentro y fuera del Ecuador.
Considerando que el Ecuador reunía todas las condiciones para crear un producto capaz de competir en los mercados más exigentes de mundo cervecero, se cristalizó Cervecería Latitud Cero, sus líneas: Latitud Cero, 593 y Hacienda La Paz han cosechado grandes éxitos. Más allá de sacrificar materias primas por costos y masificar la producción, lo que Latitud Cero pretende es darle personalidad a cada una de sus bebidas, a través de sus ingredientes tradicionales, su calidad le ha abierto el mercado en Estados Unidos, Perú, Centro América, a futuro de ingresar a Europa y Asia.
El mejor hotel de Italia y a la suite más lujosa de Europa a través de Marco Piva.Ubicado en el centro de Milán y considerado una verdadera joya arquitectónica, su historia se remonta al año de 1927 cuando Mussolini decidió trasladar la estación de tren desde la Piazza Della Repubblica hasta la Piazza Duca d’Aosta. La familia Gallia, propietaria en aquel tiempo de otros hoteles en la ciudad, decidió construir el hotel más hermoso de la zona justo al lado de la Stazione Centrale, desde entonces ha sido sinónimo de lujo, exclusividad e innovación.