El pintor francés Edgar Degas pintaba bailarinas muy a menudo. En su obra L’Étoile recoge un momento mágico, ese instante en el que el equilibrio de la bailarina es perfecto. En el cuadro ella se desmarca de los demás por su color, su dulzura, su seguridad. Por fin, tras su enorme esfuerzo, trabajo y constancia le ha llegado su momento de brillar, de ser la estrella. Ese es el momento al que ha llegado Daniela Yépez, la joven emprendedora ecuatoriana que está brillando en el sector del diseño de interiores en este país. No sorprende que su pintura favorita sea, precisamente, L’Étoile de Degas.
Fátima vive en la casa que, literalmente, pertenecía a sus sueños. La soñaba continuamente y la dibujó en su cabeza con todo lujo de detalles, “hasta la música que pondría en la sala y los platos que usaría”. Hoy, Inhaus tiene el placer de visitar este sueño hecho realidad. Una casa que refleja con fuerza la personalidad de su diseñadora y las etapas personales por las que ha ido pasando. Una casa que se ha convertido en un hogar acogedor para gozar de los pequeños placeres de la vida junto a su amada familia: música, atardeceres, naturaleza, “un par de libros para leer o, simplemente, descorchar una botella de vino y brindar por la vida”.