Su firma Estructuras Singulares pretende encontrar la particularidad de cada proyecto y potenciar la calidad de su arquitectura a través de la comprensión profunda de la estructura. Rodeado de arquitectos, padres, hermanos e incluso esposa “parece que no tenía alternativa”, dice David riendo, aunque confiesa: “con el tiempo, me he dado cuenta de que mis capacidades eran más propias de una ingeniería, como la civil o la industrial, pero gracias a haber estudiado Arquitectura, he podido enlazar mejor el lenguaje técnico con el artístico”.

En sus palabras:

“Estructuras Singulares es un equipo de arquitectos especialistas en estructuras, que ofrece un servicio de asesoramiento experto para proyectos arquitectónicos en todas las fases: desde los diseños iniciales, pasando por el proyecto de ejecución, hasta la dirección de obra. Hemos trabajado en estructuras de edificios, puentes, esculturas, muebles, barcos… hemos proyectado obras nuevas, obras de rehabilitación, trabajos de refuerzo, informes estructurales. Dedicamos mucho esfuerzo en buscar soluciones innovadoras, huyendo de repetir mecánicamente lo que ya controlamos”.

¿Cómo fue que llegó a esta actividad profesional?

“Aunque siempre me gustó proyectar, he de reconocer que se me daban mejor los números, por lo que, de forma natural, durante los estudios, fui decantándome hacia las asignaturas de estructuras. Creí que podría abrirme un hueco en un campo profesional con gran competencia, si conseguía diferenciarme del resto. La diferencia debía ser poner el valor no solo en los números, sino en la calidad de la obra arquitectónica. Ahí es donde podía aportar un valor diferencial: unir un corazón de arquitecto, a una cabeza de ingeniero”.

Su mayor reto:

“Ha habido muchos, pero si tuviese que elegir, por la complejidad estructural que nos llevó mucho más allá de lo que parecía posible según la normativa vigente y la opinión de otras ingenierías, serían dos obras: la Parada del Tranvía de la Universidad de Alicante y las pasarelas del Valle Trenzado en Elche”.

Estructura que sueña crear:

“Siempre me han apasionado los grandes rascacielos. Estamos involucrados en un proyecto apasionante junto al prestigioso arquitecto Fran Silvestre que es la Torre Eólica ( …) sería un sueño hecho realidad… la construcción más alta de Valencia”.

¿Cómo se ve en los próximos diez años?

(…) A mi edad (46), llevo algo más de 20 años trabajando, y me quedan otros tantos hasta la jubilación… ya ha llegado el momento de echar la vista atrás, valorar lo conseguido y planificar dónde llegar. Hace tres años inicié una nueva etapa, conformando un equipo de jóvenes arquitectos colaboradores, y desde entonces cada día somos más fuertes. En diez años espero haber podido ampliar y consolidar este valioso grupo humano, con el que afrontar nuevos y mayores retos, seguir aprendiendo y disfrutando de esta maravillosa profesión.