Casa Gangotena: Historia, gastronomía y comunidad

Detalle Casa Gangotena © EQUIPO INHAUS

Recorrer los pasillos de Casa Gangotena es como entrar en una película de época, un portal a un tiempo donde cada rincón era una obra de arte. Su imponente arquitectura, con un jardín interior que evoca la calidez de las antiguas casonas, combina elegancia y nostalgia, acogiendo a cada visitante en el encanto de su historia y la hospitalidad de hoy. 

Casa Gangotena es un puente entre el pasado y el presente, entre el viajero y la comunidad. Aquí, la experiencia trasciende la comodidad de sus habitaciones para invitarte a descubrir la ciudad desde su gente, sus plazas llenas de relatos, los negocios que sostienen su esencia y su exquisita gastronomía. Hospedarse en esta joya patrimonial es vivir Quito en su esencia, caminar por sus calles centenarias y dejarse sorprender por una ciudad que nunca deja de contar su historia.

Memorias

Para imaginar los orígenes de Casa Gangotena, es necesario remontarnos a la vida en la colonia española de San Francisco de Quito durante los siglos XVI y XVII. En aquel entonces, la familia Ponce Castiller decidió construir su residencia en el sureste de la Plaza San Francisco, en una ubicación privilegiada que reflejaba su estatus social. La casa, conocida originalmente como Casa de San Miguel, formaba parte del paisaje urbano de una ciudad donde las plazas no sólo eran centros de encuentro, sino también símbolos de poder, rodeadas de iglesias y edificios gubernamentales. Vivir en sus inmediaciones significaba pertenecer a la élite quiteña.  

Con el tiempo, el español vasco Martín Gangotena adquirió la residencia y la convirtió en su hogar, dándole el nombre que hoy perdura. Se dice que, al llegar a Quito, la familia Gangotena no poseía grandes riquezas, pero su espíritu emprendedor les permitió ascender con rapidez en la sociedad. Con el paso de los años, se consolidaron como una de las familias más influyentes de la ciudad, destacándose en la industria, la política, la academia y como importantes terratenientes.

Patio Casa Gangotena © EQUIPO INHAUS

En 1914, un incendio devastó la residencia, aparentemente debido a un problema eléctrico. Sin embargo, entre los relatos de la época circulaba otra versión: se decía que un joven, destrozado por el fin de su compromiso con una de las hijas de la familia, habría provocado el fuego en un arrebato de desesperación.  

A pesar de la tragedia, la familia Gangotena reconstruyó la mansión con una visión aún más ambiciosa. Encargaron la obra a los hermanos Russo, arquitectos italianos que dotaron al edificio de una elegancia sin precedentes en la ciudad, fusionando elementos art déco con detalles románticos y una sofisticación que marcaría su identidad para siempre.

Una nueva oportunidad

La mansión permaneció desocupada durante aproximadamente ocho años tras la extinción del linaje familiar. En aquel entonces, nadie consideró convertirla en un museo o una atracción turística, y su historia parecía quedar en el olvido.  

Fue en 2007 cuando el economista y exalcalde de Quito, Roque Sevilla, decidió adquirir la propiedad con la visión de restaurarla y compartir su riqueza histórica con la comunidad. Consciente de su valor patrimonial, emprendió un ambicioso proyecto de restauración para devolverle el esplendor a esta joya arquitectónica, que, tras más de un siglo en pie, presentaba severos deterioros.

En el proceso de restauración de Casa Gangotena, se trabajó con gran dedicación para remodelar la estructura sin perder la fidelidad a su diseño original, logrando preservar su esencia histórica. Transformar una residencia familiar casi abandonada en un hotel de lujo no fue una tarea sencilla, pero el esfuerzo valió la pena, dando como resultado uno de los hoteles más emblemáticos del país.

Detalle Ventana Casa Gangotena © EQUIPO INHAUS

Cocina Mestiza

Dicen que la comida tiene el poder de transportarnos al pasado, a momentos y lugares que marcaron nuestra historia. En Casa Gangotena, su menú va más allá: es un viaje por las distintas regiones del Ecuador, donde cada plato, elaborado con ingredientes locales y creatividad ancestral, es un testimonio del mestizaje y el orgullo de la ecuatorianidad. Su carta de licores refuerza esta experiencia, llevando al comensal a las festividades más emblemáticas del país, desde el colorido Carnaval de las Flores y las Frutas en Ambato, hasta la vibrante fiesta de la Mama Negra en Latacunga y la tradicional Diablada de Píllaro.

José Tamayo, chef ejecutivo de Casa Gangotena, enfatiza un mensaje clave: “El Ecuador sabe rico”. Para él, esta frase encapsula la riqueza y autenticidad de la gastronomía ecuatoriana, que no solo debe ser apreciada en el hotel, sino por todos, tanto extranjeros como locales. 

José: Creemos que hay productos muy importantes y especiales en el Ecuador con los que vale la pena hacer más. Un adelanto es que estamos desarrollando postres que representan lugares, donde al probarlos puedas saborear el sitio del que provienen. Eso es hacia donde queremos llevar la cocina: una cocina ecuatoriana en su totalidad, con mucha investigación, con mucha reflexión, con un fuerte uso de producto local y basada en la colaboración. Creemos que no se trata solo de colaborar entre quienes cocinamos, sino también con el productor, porque él también tiene mucho que contar y mucho que mostrar.

Chef José Tamayo © EQUIPO INHAUS

En comunidad

“De Vuelta al Centro” es un proyecto que desde el 2021, busca revitalizar el Centro Histórico de Quito, impulsando su economía y atrayendo a visitantes tanto nacionales como extranjeros. Con el respaldo de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) y la empresa privada, esta iniciativa fomenta la actividad comercial y cultural en la zona. Además, tiene como objetivo crear espacios públicos más seguros, atractivos y digitalizados que promuevan la interacción y el disfrute de este emblemático sector de la ciudad.  

Como parte de este esfuerzo, se organizan recorridos diseñados para fortalecer la comunidad y la convivencia en el centro. Casa Gangotena, comprometida con la reactivación turística y económica del sector, apoya esta iniciativa al servir como punto de encuentro para los participantes de estas caminatas. Estos recorridos no solo impulsan la economía de pequeños negocios como cafeterías, heladerías, dulcerías y almacenes de bordado sino que también contribuyen a generar un ambiente más seguro y acogedor en el corazón de Quito.

Francisco Vaca, gerente de Casa Gangotena, destacó la importancia de involucrar a los comerciantes vecinos en las actividades que se recomiendan a los huéspedes, enriqueciendo así su experiencia durante la estadía en el hotel.

Francisco: Nosotros tratamos de comprar a todos nuestros vecinos, el 20 % de nuestros productos son de alrededor del Centro Histórico y también incentivamos a que los turistas visiten los negocios emblemáticos, a través de un mapa que dejamos en cada habitación para su recorrido. Hemos invitado a nuestros vecinos y formamos grupos para conocernos más e identificar necesidades. 

Francisco Vaca © EQUIPO INHAUS

Experiencias únicas

Para brindar una experiencia 360°, el hotel ha diseñado una selección de recorridos culturales guiados que permiten a los visitantes sumergirse en la magia, las costumbres y la historia de Quito. Entre ellos se encuentra la visita a la Casa del Alabado, una mansión del siglo XVI cuidadosamente restaurada y transformada en un museo arqueológico de nivel mundial.  

Otra experiencia imperdible es la visita a una encantadora tienda de chocolates en una casa colonial, donde se pueden descubrir  los secretos detrás de la exquisita producción ecuatoriana. Además, para quienes buscan una perspectiva única de la ciudad, el hotel ofrece una visita nocturna exclusiva a las majestuosas cúpulas y torres del Centro Histórico, con acceso a joyas arquitectónicas como La Compañía de Jesús, la Iglesia de San Francisco y la Iglesia del Carmen Alto.

D: Casa Gangotena es un patrimonio histórico que hace que todos los quiteños y ecuatorianos estemos muy orgullosos. Su esencia es la misma que tienen todos los hoteles de Metropolitan Touring, esa calidez, ese servicio, ese factor humano que es súper importante, porque las instalaciones aportan muchísimo, pero si no hay una calidez humana los hoteles son solamente paredes. 

En Casa Gangotena, cada mañana es un regalo. Despertar, abrir la cortina y salir al balcón es encontrarse con una ciudad que despierta con aromas de especias y café recién preparados, con la calidez de quienes inician su jornada en los negocios que dan vida al Centro Histórico. La vista es un privilegio: edificaciones que cuentan la historia del Ecuador, detalladas en cada piedra y cada balcón. Pero lo que realmente hace especial este lugar no es solo su belleza, sino la hospitalidad genuina de quienes lo habitan. 

Bar Casa Gangotena © EQUIPO INHAUS
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