Kriollo por Íkaro: tradición ecuatoriana y alta cocina

Retrato de Carolina y su pareja, Iñaki Murua © Fotografía por INHAUS ESTUDIO

El adjetivo criollo tiene como significado la profunda cultura de un pueblo, su identidad y esencia. Y es, precisamente, de las raíces de la chef Carolina Sánchez que se plasma el concepto de Kriollo, un nuevo restaurante que invita a disfrutar de una gastronomía de casa llevada a la alta cocina.

El adjetivo criollo tiene como significado la profunda cultura de un pueblo, su identidad y esencia. Y es, precisamente, de las raíces de la chef Carolina Sánchez que se plasma el concepto de Kriollo, un nuevo restaurante que invita a disfrutar de una gastronomía de casa llevada a la alta cocina.

Carolina y su pareja, Iñaki Murua, son chefs de orígenes geográficos distintos. Ella es de Cuenca, Ecuador y él de Álava, España. Estos reconocidos profesionales fundaron hace pocos años el restaurante Íkaro en Logroño, España, mismo que posee una estrella Michelin, como una distinción a su calidad, creatividad y cuidado. Debido al origen de Carolina y en uno de los viajes de regreso a su hogar, decidieron emprender juntos en este nuevo proyecto.

Carolina: La idea original era hacer comida criolla, tal cual, sin ninguna técnica extravagante, sino comida criolla bien hecha. Pero en el camino, y como somos amantes de la alta cocina, fuimos incorporando un poco más de sapiencia y metodología. Nunca quisimos quitar los sabores tradicionales, sino más bien hacerlos más presentes, pero con algo de sorpresa. Tener algo tan reconocible como la comida de tu casa con los sabores de siempre, de tu niñez, mezclado con presentaciones modernas: ese es nuestro objetivo.

Ubicado en Quito en la Eloy Alfaro N39-125 y Manuel Guzmán, Kriollo le hace honor a su nombre y se erige en una casa ambientada con una mezcla de arquitectura tradicional y moderna, de la mano del arquitecto Franklin Lovato. Evocar el sentimiento de añoranza en el diseño del restaurante fue elemental para completar la experiencia. Es así que comida, ambiente y emociones son los ingredientes para calar hondo en el comensal.

C: Kriollo se encuentra en un sitio privilegiado con una vista espectacular de la ciudad de Quito y un jardín/huerto hermoso. Queríamos transmitir la parte criolla de la casa y contratamos al arquitecto Franklin Lovato. Un día nos mostró este tema del ladrillo visto como picado al azar, que queden huecos y nos encantó la idea desde el principio. Así que va perfectamente con el concepto.

Fotografía por INHAUS ESTUDIO ©

La carta: lo mejor de cuatro mundos

La sociedad ecuatoriana se destaca por su gastronomía. Al tener una tierra muy fértil, diversos pisos climáticos y una pluriculturalidad en el territorio, la oferta gastronómica es variada, colorida y deliciosa. Descansa en ingredientes básicos, como: arroz, huevo, papas, aguacate, carne de res o de cerdo y mariscos.

Los pilares de la gastronomía ecuatoriana, como los hornados, los secos y los ceviches, despiertan los sentidos con sus aromas intensos, colores llamativos y texturas diversas. Estos estímulos sensoriales son fundamentales en la oferta de Kriollo, basada en recorrer todo el país, desde la costa hasta la sierra, pasando por el oriente y la región insular. Su propósito es evocar las raíces gastronómicas y fomentar una profunda conexión cultural, dejando una huella duradera en todos los que tienen la oportunidad de degustar su propuesta.

Iñaki: Ecuador, en cuanto a su gastronomía, vive uno de sus mejores momentos. Cada día se valora un poquito más el salir a comer a un restaurante de productos locales. Creo que tienen productos que merecen reconocimiento internacional, respeto y protagonismo como cualquier otro. Ahora, por parte de Kriollo, entendemos que muchas veces en las casas no se tiene en cuenta el punto de cocción de un pescado, de un langostino, un lomo fino, entonces intentamos que todo eso sea muy preciso y que cuando salga el plato el cliente pueda decir que nunca ha visto un churrasco o un seco así en la vida.

Iniciar el viaje culinario en Kriollo con una empanada de verde, un sánduche de pernil o un ceviche Jipijapa de corvina es la vía perfecta para preparar el paladar hacia un universo de sabores.

Como siguiente plato se puede continuar con un bollo de camarón, un encebollado de atún, mote sucio o papas con cuero. Lo fuerte viene con un paiche a la brasa, pesca del día en salsa de viche, hornado de lechón, un seco de chivo o churrasco. Para el postre se puede encontrar un plato de higos con queso, helados de paila tradicionales o tres leches.

Además, la coctelería de autor no puede faltar. Mezclas de miskes, siropes y agaves dan el toque refrescante y tradicional que el plato necesita como acompañante, el complemento final del Ecuador de los cuatro mundos.

Fotografía por INHAUS ESTUDIO ©

Quédate un ratito más

C: La gastronomía ecuatoriana siempre ha sido muy rica, llena de tradiciones, de cultura y de productos diversos, al final tenemos un país muy pequeño, pero con muchísima diversidad. Y es ahora que se está apreciando esa diversidad y queremos poner nuestro granito de arena en el cual no solamente se aprecien nuestros productos, sino las tradiciones ecuatorianas que son maravillosas.

Reconocer y utilizar productos locales nos permite celebrar de manera más profunda lo que se origina en nuestra propia tierra. Sentirse conectado con la historia y la identidad del país nos brinda un sentido de pertenencia y, en este caso, un orgullo especial por ser parte de esta pequeña nación sudamericana.

Sin duda, la experiencia gastronómica de Kriollo, eleva la comida tradicional a lo sorpresivo e intenso. Cuatro tiempos y cuatro mundos que se juntan para brindar una vivencia culinaria única. Quedarse en un sitio significa comodidad, familiaridad y camaradería. En Kriollo quieren que te quedes un ratito más, para que disfrutes de esa sobremesa, de esa tertulia en familia o con amigos y que compartan la calidez del ritual de comer.

Fotografía por INHAUS ESTUDIO ©