Arte y Cultura
Giovanna Andrade: la fórmula para crear un camino propio
Cuando escuchamos la particular frase de que vivir del arte es algo imposible, surgen en nuestra mente varios pensamientos acerca del verdadero valor de la profesión de un artista. Esta idea es una creencia común que se ha arraigado en nuestra sociedad y que, en algunos casos, se ha convertido en un estigma que afecta carreras, creando dificultades económicas y sociales en el desarrollo.
Cuando escuchamos la particular frase de que vivir del arte es algo imposible, surgen en nuestra mente varios pensamientos acerca del verdadero valor de la profesión de un artista. Esta idea es una creencia común que se ha arraigado en nuestra sociedad y que, en algunos casos, se ha convertido en un estigma que afecta carreras, creando dificultades económicas y sociales en el desarrollo.
Conversamos con la actriz ecuatoriana Giovanna Andrade, quién compartió detalles de su apasionante trayectoria y lucha por alcanzar el éxito en las grandes pantallas internacionales.
Un sueño de la infancia
A los siete años, tuvo su primer acercamiento al teatro y lo describe como un amor a primera vista. Todo sucedió en una obra escolar, donde su papel secundario le permitió apreciar desde una amplia perspectiva todo lo que sucedía a su alrededor en el escenario: personajes en acción entrando y saliendo, mientras el público observaba y aplaudía. Fue una experiencia mágica y pura que la llevó a decidir que la actuación era lo que quería hacer el resto de su vida.
Con el tiempo, desarrolló habilidades actorales que le permitieron obtener una gran oportunidad que cambiaría su vida. A los dieciocho años, interpretó su primer papel protagónico en la novela nacional “Yo vendo unos ojos negros”, marcando así el inicio de su trayectoria profesional. Para ella, ser protagonista fue un anhelo hecho realidad, pero también un reto desafiante.
Giovanna: Al profesionalizar lo que tanto quería y era mi sueño, mi familia se opuso. Ellos tenían el concepto de que si entras a la televisión se te va a dañar la vida y vas a ir por malos caminos. Entonces, mientras se construía esa ilusión, por otro lado se derrumbaba. Creo que ese mix que tuve a esa temprana edad, me hizo consciente de abrazar ese momento al ir a los estudios sola. No tenía idea de cómo hacerlo, pero confié siempre en que si una cadena televisiva, como Ecuavisa, me estaba dando la oportunidad de ser su protagonista, era porque veían algo en mí. Así que mi primera novela fue como mi universidad.
A partir de sus vivencias, ella nos invita a conocer el arte de creer en uno mismo. Como actriz, siempre se ha desafiado a interpretar personajes que no encajen en estereotipos femeninos. Gracias a su visión, pudo cruzar fronteras y salir de Ecuador. Asegura que si hubiera aceptado todo lo negativo que le dijeron y se hubiera quedado en su zona de confort, probablemente no estaría haciendo lo que le apasiona ni viviendo de ello en la actualidad. Su confianza en sí misma se convirtió en su metodología para cristalizar sus aspiraciones y crecer como persona.
Determinación y amor por el teatro
A lo largo de su carrera, Giovanna ha llegado a la conclusión de que en el país no existen condiciones laborales dignas para los actores. Trabajar diecisiete horas consecutivas era un sacrificio demasiado grande que conllevaba muchas otras injusticias en la profesión. Señala que algunos contratos obligaban a los actores a renunciar a su propiedad intelectual por cien años, lo que considera como una falta de respeto hacia el arte. Es por eso que ha incursionado como gestora cultural, expresando su opinión de manera determinante.
G: Los artistas tienen derechos y no se deben ceder. Si siguen aceptando y firmando este tipo de documentos va a seguir sucediendo. Yo no tengo miedo de hablar, el miedo nos paraliza. Pienso en mi hija y en las futuras generaciones, por eso no voy a permitir que me lo hagan a mí. Desde chiquita fui muy rebelde, pero este tipo de rebeldías valen la pena.
Encontró en la televisión y la actuación medios de expresión que le han permitido alzar su voz. Ha podido denunciar muchos temas que son tabúes, ya que, tal como ella lo explica, «en el teatro no te clausuran nada». Un claro ejemplo es su obra más reciente “Miss Funnyverse”, en la que tuvo la oportunidad de mostrar cómo, a pesar de varias tragedias en su vida, se fortaleció. Su monólogo es una denuncia inspirada en la Giovanna que quiso ser actriz y reina de belleza, pero se dio cuenta de que en el camino existen muchas dificultades. De esta forma, logró demostrarse a sí misma quién es realmente y representar a varias mujeres.
Además, en su desarrollo en el arte teatral, ha enfrentado varios retos que la han sacado de su zona de confort. Gracias a la mentoría y el trabajo conjunto con Alejandra Borrero, su maestra, logró crear nuevos personajes y estar preparada para más desafíos profesionales como participar en la novela “La Ley del Corazón 2” (RCN TV), “El final del paraíso” (Fox Telecolombia, Telemundo), “Un cuarto para las tres” (Lulo Films) y “Manual para galanes” (Sony Pictures Television).
En cuanto a su propósito, la artista nos compartió que su objetivo no se limita en entretener, sino también en sembrar una semilla en el público, generar preguntas y reflexiones. Por esa razón, anhela regresar al país para proponer nuevas ideas y brindar al público una montaña rusa de emociones, para experimentar el aquí y ahora a través de sus increíbles obras.