Hermanos Peña Sojos: Sustentabilidad y cultura

Perfiles
Mar 13, 2019
Hermanos Juan Alfonso y Pablo Francisco Peña Sojos © Fotografía por INHAUS ESTUDIO

Eran aún muy pequeños cuando Juan Alfonso y Pablo Francisco Peña Sojos comenzaron a maravillarse con el mundo de la arquitectura. “Creo que si miramos hacia atrás, el interés por la arquitectura ya estaba presente de una manera inconsciente cuando fuimos niños. Nuestros padres siempre estuvieron cambiando paredes y construyendo espacios, y estos cambios influían sobre nuestras emociones, nos hacían estar más conectados o más contentos. Sentíamos el efecto de la luz a través de una nueva ventana o de conexión a través de una nueva puerta. Winston Churchill decía: ‘Nosotros damos forma a nuestros edificios y después nuestros edificios nos dan forma a nosotros’. Y creo que cuando uno es un niño y está en período de formación, está más sensible a la influencia de los espacios donde vive, juega y sueña. Las ciudades, los parques y las casas son más importantes de lo que nos imaginamos en la formación de una cultura. Más tarde, conforme fuimos creciendo, madurando y aprendiendo del oficio de la arquitectura, su funcionalidad y su belleza, fue inevitable que el interés se transformara en una pasión que nos ha enseñado las implicaciones y consecuencias de esta en la familia, en la sociedad, en la salud y en el planeta.

Arquitectura atemporal, inspirada en la naturaleza

“Nosotros diseñamos y construimos obras que no están en las corrientes de la moda, por lo tanto, tampoco pasan de moda. Decía Dante Alighieri: ‘La moda es todo aquello indigno de perdurar hasta hacerse viejo’. La arquitectura no es un asunto de apariencia, así como una chaqueta o un par de zapatos que podemos cambiar, siguiendo las oleadas de la moda. Nosotros estamos interesados en un tipo de arquitectura que trascienda el tiempo y llegue a ser parte del paisaje natural y cultural de una región. Se dice que la moda es lo que uno adopta cuando uno no sabe quién es. Afortunadamente el vocabulario arquitectónico de nuestro entorno está lleno de tradiciones y nuestro trabajo es traerlas al mundo contemporáneo para darles nueva vida y así contribuir al fortalecimiento de la identidad cultural de uno de los patrimonios arquitectónicos más importantes y bellos de América, que se destaca y se diferencia de la arquitectura estándar del mundo moderno”.

Hermanos Juan Alfonso y Pablo Francisco Peña Sojos © Fotografía por INHAUS ESTUDIO

¿Qué buscan transmitir al crear una obra?

“Belleza. La arquitectura es un lenguaje en constante evolución y a través del cual un pueblo expresa con mayor o menor coherencia su cultura, su tradición y su grado de consciencia en relación con otras especies con las que compartimos el mundo natural. El grado de coherencia y honestidad del proceso está íntimamente relacionado con la belleza y cuando nos exponemos ante ella, es como si de alguna forma muy peculiar, la belleza del objeto se traslada al observador, provocando emoción. Sin embargo, la condición y los efectos de la modernidad durante el último siglo nos han aislado de la cultura y el mundo natural y con ello, hemos removido la emoción de nuestra experiencia.Es preocupante que gran parte de la arquitectura moderna esté inhabilitada para producir emociones profundas en nuestros sentimientos. Todos los estudios encuentran que hoy en día la gente se siente perdida, fragmentada, sola y separada. Esto tiene que ver, en gran medida,  con las casas y las ciudades que construimos para habitar, las cuales están llenas de máscaras falsas que nos han separado de todo lo que tiene vida. Se dice que la belleza no es lo contrario de lo feo, sino de lo falso.

Diseño arquitectónico de Hermanos Peña Sojos © Fotografía por INHAUS ESTUDIO

¿Cuáles son sus anhelos como Peña Sojos Arquitectos & Asociados?

“Hemos aprendido a tener cuidado con los deseos, ¡porque se cumplen!. Por lo tanto no queremos nada para nosotros, sino para contribuir al mejoramiento del mundo en el que vivimos, con el cual estamos profundamente interdependientes. Si algo queremos para nosotros, sería claridad para saber reconocer la diferencia entre lo que es importante y todo lo demás… Para que nuestra contribución al mundo, por pequeña o grande que sea, produzca cosas útiles, bellas y vivas, el trabajo debe ser hecho con amor. Y esto no es un vago romanticismo, esto significa que, si amamos honestamente, el tipo de construcción que vamos a levantar, tendrá vida. No es magia, solo tiene que ver con la dedicación que nosotros pongamos para dar y hacer lo mejor. Es hacer una ofrenda a Dios”.