Tatiana Bilbao: Arquitectura inspirada en la gente

Perfiles
Nov 11, 2019

Nacida en Ciudad de México en 1972, estudió Arquitectura y Urbanismo en la Universidad Iberoamericana en la que al graduarse obtuvo un reconocimiento a la mejor tesis del año. En 2004 fundó Tatiana Bilbao Estudio con proyectos en México, China y Europa. Su visión clara, contundente y humana le ha valido algunos de los mayores reconocimientos en el campo de la arquitectura como el premio Design Vanguard por la revista Architectural Record, como uno de los 10 despachos jóvenes con mayor proyección (2007). 

Fue nombrada Emerging Voices por la Architectural League de Nueva York (2009), obtuvo el Premio Global de Arquitectura Sostenible por la Fundación LOCUS de París (2014), el Premio Kunstpreis por la Academia de las Artes de Berlín (2012), el Architizer Impact Award (2017) y el Marcus Prize (2019) que reconoce a los arquitectos de todo el mundo cuya trayectoria se encuentra en ascenso. Su obra forma parte de la Colección de Arquitectura del Centre d’Art Georges Pompidou en París, el Art Institute de Chicago y el Carnegie Museum of Art de Pittsburgh.

Ha dado conferencias en distintas universidades e instituciones como la Royal Academy de Londres, el Museum of Modern Art de Nueva York, Harvard Graduate School of Design y Princeton. En 2015 fue profesora invitada Louis Kahn en la Universidad de Yale. Es profesora (Adjunct Associate Professor) en Columbia University GSAPP e impartió clases en la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Wisconsin en Milwaukee en la primavera de 2020.

Entre sus proyectos figuran el Jardín Botánico de Culiacán, el Master Plan la Capilla de la Gratitud de la Ruta del Peregrino en Jalisco, el edificio Biotecnológico del TEC de Sinaloa, el Museo Nacional Centro de Arte Contemporáneo de Castilla y León, la Colección Adrastus en Arévalo-España, la Sala de Exposiciones en Jinhua Architecture Park en Zhejiang-China, entre otros.

A continuación, las reflexiones y conceptos de una de las exponentes más destacadas de la arquitectura contemporánea a nivel mundial, a través de esta entrevista exclusiva para Revista Inhaus.

Viene de una familia de arquitectos, ¿siempre supo que quería seguir esta carrera?

Iba a ser arquitecta desde siempre. En un principio no era consciente de ello pero ahora que miro hacia mi infancia siempre fue lo mío. Al comienzo estudié Diseño Industrial, más por llevar la contra y tratar de hacer algo diferente a lo que hace casi toda mi familia. Al final me di cuenta que amaba la arquitectura, es mi pasión.

Su definición de Arquitectura:

Es la responsabilidad de generar un entorno construido que otorgue calidad de vida para otro ser humano.

¿Dónde tuvo sus primeras experiencias profesionales?

Mi primer empleo fue en el sector público, trabajé en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la ciudad de México y fue una experiencia muy interesante, reveladora y algo frustrante. Me di cuenta de lo poco que se puede hacer desde este sector, entendí que lo que yo quería hacer, que era básicamente intervenir el espacio público respondiendo a intereses sociales, era mejor iniciarlo desde el sector privado y a partir de allí presionar para que lo público actúe.

Tiene muchas menciones, reconocimientos, premios: ¿cuáles considera los más importantes o significativos?

Todos los reconocimientos son importantes y llegan con una enorme responsabilidad, es un recordatorio de que te están observando y confían en ti, así que uno tiene que corresponderle con buen trabajo. Si tuviera que elegir uno, sería el de la Academia de las Artes de Berlín, sobre todo porque llegó en un momento muy bonito, así que le guardo especial afecto.

Ha dicho que uno de sus objetivos profesionales es que la arquitectura vuelva a ser arquitectura, ¿cómo lograrlo?

Creo que hace falta el interés de regresar a verla, los arquitectos debemos volver a fijarnos en cómo realmente servir a esa necesidad básica que tiene el ser humano de tener un refugio. Nos hemos olvidado un poco de que la arquitectura debe ser útil para las personas y sus actividades, debemos crear espacios que más allá de la estética o el capital, puedan inspirar nuestras vidas.

Ha sido profesora en varias universidades del mundo, ¿cuál diría que es un concepto básico que hay que enseñar a estos futuros profesionales para que hagan buena arquitectura?

Para mí es fundamental sensibilizarlos en la importancia de voltear a ver al otro, que entiendan que uno debe hacer arquitectura ni siquiera viendo al otro sino siendo esa otra persona, allí es donde la arquitectura se vuelve relevante.