Arte y Cultura
15 Bienal de Cuenca ¿Cómo adentrarse a una obra de arte?
A veces se nos olvida que “la lentitud es belleza”, pero los niños existen bajo este precepto. Sino, ¿cómo nos explicamos su modo de fijarse en las texturas de las cosas, de vivir experiencias de maneras que nos sorprenden tanto a los adultos? Al pensar en cómo adentrarse a una obra de arte la respuesta se esclarece, como casi siempre, con el lenguaje de los niños.
Katya Cazar, la directora de la Fundación Bienal de Cuenca, encuentra el camino en este mismo lugar. Dice que hace años el arte dejó de ser contemplativo, ornamental y decorativo y se puso en un lugar de divergencia para dialogar y proponer conocimiento. Suena complejo, aún así, su fórmula para adentrarse a una bienal no lo es: permitirse sentir y vivir una experiencia estética sin prejuicios.
En una conversación con Revista Inhaus, nos contó cómo los niños disfrutan de las obras, con ese involucramiento mental y corporal que les permite tener experiencias vitales profundas. Esto tiene gran relación con el amplio desarrollo de su pensamiento divergente, el mismo que se aleja de lo secuencial para dar paso a soluciones creativas y espontáneas.
Desde el 10 de diciembre hasta el 28 de febrero se pasean por Cuenca las “máquinas para el fin del mundo”, carritos móviles que a través de altavoces difunden la noticia del final de la tierra. Este es un performance que se realiza con la obra del artista portugués Vasco Araújo, uno de los seleccionados para esta edición de la bienal.
greenwashing, bienvenidas sean las prácticas milenarias, la horizontalidad del humano con todos los seres del planeta y, por ende, la justicia social, ecológica y de género.