En el mundo del marketing y las empresas, somos como directores de orquesta: responsables de que cada nota resuene en armonía, de que cada proyecto avance al ritmo correcto, y de hacer que un conjunto de voces diversas se fundan en un solo propósito.
No necesitamos saber tocar cada instrumento, pero sí reconocer su esencia y su calidad. Nuestro rol es tener la visión para leer cada partitura, marcar el tempo y guiar con criterio.
Este episodio es una invitación a desafiar el ego, a distinguir entre nuestras ambiciones y nuestro auténtico ser. Porque liderar no es dominar, sino entender, aprender y crecer en conjunto. Aquí, exploramos el verdadero arte del marketing: conectar, inspirar y, sobre todo, crear sin perder de vista nuestra esencia.