Con más de 40 años en el mercado, la heladería y pastelería Monte Bianco siempre buscó abrir un local en el centro de la ciudad: «el corazón de Cuenca». Después de dos años de obstáculos y muchos impedimentos, lograron convertir a una casa patrimonial en un hotel, dos restaurantes y una heladería.

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Esta casa de estilo neoclásico francés vivió un intenso proceso de restauración, dentro del cual se mantuvieron las paredes de ladrillo, los arcos a la vista y el piso con los colores originales. Esto se realizó con el fin de que quien entre tenga la sensación de mirarla casi desnuda, sin revestimientos y disfrute de los sistemas de construcción propios del lugar, además de fragmentos originales que datan desde antes de 1870.

En la primera planta podrás probar los más diversos helados y pasteles en Monte Bianco, y también los fantásticos sabores de la comida tradicional italiana en Trattoría Murano, donde no puedes perderte la exquisita pizza Napolitana. En la segunda planta te recibe Casa Firenze Hotel y Suites Boutique, con siete habitaciones que representan las siete iglesias más icónicas de Cuenca y sus artesanías típicas. Por último, quedarás deslumbrado con una vista imponente de las cúpulas de la Catedral Nueva de Cuenca en Bógoli, un lounge bar en las terrazas de la casa que oferta comida local y del mundo, con una experiencia de mixología que nunca olvidarás.

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La noche de gala se vivió con la presencia de autoridades de la ciudad, invitados especiales, así como también amigos y familia de los fundadores del proyecto. Pudieron gozar de helados y pizza ilimitada, show de ópera, alfarería, pintura, tejido de sombreros de paja toquilla y muchas experiencias increíbles que hicieron de la noche una velada inolvidable.