Fran Silvestre: Un arquitecto de esencia innovadora

Perfiles
Aug 14, 2019

Nació en una familia con cinco generaciones de ingenieros, entre ellos el reconocido inventor Valentín Silvestre. La creatividad y el amor por la ciencia estuvieron siempre en sus genes. Sus grandiosas creaciones y frescos conceptos le han otorgado el reconocimiento y respeto de pares y público, tanto en España como en el mundo.

Su rigurosa formación como Arquitecto (Universidad Politécnica de Valencia), Urbanista y Doctor en Arquitectura (Technische Universiteit Eindhoven – Holanda) le ha permitido crear con libertad y transmitir su esencia a través de su oficio.

Su estudio aparece en los listados y directorios de arquitectos más importantes del momento. Ha  participado en congresos internacionales como el ArchiSummit en Oporto 2016, el ciclo de conferencias Spanish Art&Culture en Estados Unidos en 2012 y el Cityliv 2013 en Maastricht.

Su obra ha sido publicada en revistas como GA Houses, On-Site, Architectural Record, Architectural Digest o Arquitectura Viva y en editoriales como Phaidon, GG,Taschen o Rizzoli.

Desde Valencia, España, les compartimos nuestra conversación con quien consideramos un grande de la arquitectura contemporánea. Un profesional que no mira al éxito como una meta, sino como un camino y personifica el concepto de “visionario”.

Sobre su profesión y estudio de arquitectura

Cuéntanos más sobre este legado familiar tan particular.

En mi familia hay una gran tradición de ingenieros con más de cinco generaciones. Mi tatarabuelo, Valentín, diseñó el primer vehículo del mundo. Fue un inventor que nunca asistió a la universidad y aun así diseñó una máquina a vapor que se movía sin rieles.

¿Por qué decidiste estudiar Arquitectura?

Crecí junto a una biblioteca con una gran selección de libros de ingeniería, aunque también me interesaba el diseño y finalmente pensé que la arquitectura combinaba los dos.

¿Dónde tuviste tus primeras experiencias profesionales?

Desde 2002 hasta 2004 colaboré en el estudio de Álvaro Siza, en Oporto, Portugal, y al llegar a España establecí mi propio estudio.

¿Cómo empezaste con Fran Silvestre Arquitectos?

Fue una mezcla de oportunidades. Mi socio fundador trabajó con un arquitecto reconocido a nivel internacional en el extranjero y yo tras dos años en el estudio de Siza, volví a Valencia para dirigir algunos de sus proyectos en la ciudad. Al mismo tiempo, tenía relación con un interiorista con muchísima experiencia laboral al que le empezaban a encargar proyectos de arquitectura. Todo se dio para que el estudio nazca.

Cuéntanos más sobre tu equipo de trabajo.

El equipo está formado por especialistas en el cálculo de estructuras, acústica, instalaciones, diseño gráfico, diseño interior y arquitectura. Todo se produce en un ambiente de creatividad compartida, capaz de generar una motivación contagiosa, cuidando de lo que está en proceso y con ilusión de lo que está por venir.

Han tenido muchas menciones, reconocimientos, premios: ¿cuáles consideras que son los más importantes?

Todos los premios son un motivo de alegría, pero quizás nos hizo especial ilusión la nominación a la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo.

¿Cómo puedes definir tu estilo arquitectónico?

El conjunto de proyectos que forman la arquitectura del estudio tienen como objetivo la búsqueda de la pureza de la forma, a través de un lenguaje que, a modo de gramática arquitectónica, tiende a la sistematización del proceso. No tiene tanto que ver con el estilo, que sería la caligrafía, sino con el concepto.

¿Cómo hacer para que las personas se identifiquen con los lugares en donde viven o trabajan?

Los clientes son fundamentales. Generamos un proceso de diálogo en el que las personas que vivirán cada arquitectura son participantes y protagonistas. Este proceso le da a cada trabajo la identidad y la profundidad que los clientes proyectan en ellos.

¿Qué representa para ti un nuevo proyecto?

Entendemos a cada proyecto como el primero, el único y el último.

¿Cuál es el objetivo final de hacer arquitectura?

Generar y transformar espacios para mejorar la vida de las personas.