Intemperie Studio: Cultura arquitectónica de Guayaquil

Intemperie es un joven estudio de arquitectura fundado por Fabiana Alvear y Manuel Colón. Ella ecuatoriana y él puertorriqueño, han sabido vincular con la pasión necesaria, la vida personal y el trabajo creativo propio de su estudio. En un siempre caluroso y húmedo Guayaquil, planos sobre la mesa y un centenar de libros clasificados minuciosamente nos reciben, en la oficina que han diseñado para desarrollar conceptos y proyectos.

Fabiana desde su formación inicial sintió interés por los problemas urbanos, inquietud que ratificó luego de trabajar durante dos años en el Municipio de Guayaquil. Por su parte, Manuel influenciado por sucesos como el Huracán Katrina y la creciente discusión sobre el calentamiento global, se aproximó al paisaje, disciplina vinculada a la ecología y posicionada entre la ciencia y el diseño.

Impulsados por estos intereses decidieron estudiar sus maestrías en la Universidad de Harvard, terminados sus estudios en 2014 regresaron a Ecuador para crear su propio estudio y aplicar todo lo aprendido en el medio arquitectónico local.

¿Cómo se aproximan al proyecto arquitectónico y cuáles son los procesos de trabajo qué los diferencia de otros?

Fabiana Alvear: No tenemos un método de diseño definido, ya que cada proyecto tiene su naturaleza y proceso particular. Pero si algo nos define es que para nuestro equipo de arquitectos es muy importante el proceso de dibujo y la posterior evaluación de las distintas propuestas que surgen de este, ya que “si no lo dibujas no sabes si puede funcionar”.

Manuel Colón: En nuestro estudio es vital entender que cuando hablamos de arquitectura, paisaje y urbanismo no lo vemos desde un punto de vista compositivo, sino desde la espacialidad, es decir, de la función y la relación de la escala humana con el espacio. Tratamos, que la espacialidad sea la generadora de la arquitectura para que esta se experimente de manera interesante.

¿De qué manera, la arquitectura de Guayaquil podría relacionarse con una propuesta más “local”?

Fabiana Alvear: En Guayaquil aún existe el reto de diferenciar su arquitectura y definir cuál será nuestra cultura arquitectónica. En Intemperie buscamos aportar a la formación del carácter de la arquitectura local, respondiendo a su clima, usando materiales que cambien con el tiempo y regresando a tipologías como la casa patio tradicional, pero sin replicar erróneamente la arquitectura antigua.

Manuel Colón: A la escala arquitectónica es muy difícil cambiar la ciudad, por lo que nosotros intentamos hacerlo desde la escala urbana. El problema de Guayaquil es que no tiene límites y constantemente se expande sin parar, por lo que es importante generar inserciones, conexiones y atractivos urbanos para sus habitantes. Es justamente desde el entendimiento del paisaje, el espacio público y sus áreas verdes que la arquitectura de Guayaquil puede encontrar una identidad particular.

¿Qué expectativas de crecimiento tienen para el estudio?

Manuel Colón: Nos gustaría expandirnos a nuevas ciudades para continuar aprendiendo de nuevos contextos. No nos interesa que la oficina crezca de escala, si no que buscamos crecer intelectualmente para poder ofrecer un producto de mayor detalle arquitectónico, urbanístico y paisajístico. Nunca pensamos en formar una oficina basada en nosotros, Intemperie se caracteriza por un equipo y una sinergia de trabajo particular.